Carta abierta a ti que no existes, y cerrada a ti que estás pero me dejas pasar

¿Existes? ¿De verdad existe alguna posibilidad de que algún día te encuentre??

Hoy celebré mi cumpleaños... e inevitablemente es una fecha de cierre de ciclo, de pensar (estúpidamente) en lo que hiciste y nohiciste, lo que pudiste y lo que no... y una vez más la conclusión es la misma:

¿dónde carajo estás? Te necesito, y quizás no existes.

Pero tu que si estás, que estás acá al lado, pero que me miras y me dejas pasar, no te rias tanto... algo de culpa tienes. Algo de culpa hay en hacerme creer que existe quien busco. Algo de culpa hay en sustentar mis esperanzas de encontrar a quien quizás es solo un sueño.

Por eso esta carta es abierta y cerrada a la vez. Cerrada para ti que me entiendes y sabes que te hablo... y quizás seas la única persona en el mundo a quien haya confiado el más patético de mis secretos: mi soledad. Y a la vez es abierta para ti, que no sé quien eres, pero te espero soñando que existas.... Hueón yo. Estúpido creyendo en utopías.

Tantos años van penándote cumpleaños tras cumpleaños, año nuevo tras año nuevo, ciclo tras ciclo, que creo de verdad no existes... o tal vez sea que soy víctima del mal juego crónico que sufre Dios frente a su amigote "Cachitos" en una mano de poker... pues como dice la canción: "en el vagón, donde Dios, el diablo y sus mortajas, juegan los dos tu futuro a las barajas"... o hasta quizás solo soy la viva manifestación del negro e irónico humor que tiene Dios. Soy su chiste preferido o algo así.

¿Y acaso no tengo motivos para pensarlo? Si estadísticamente está demostrado que quien se acerque a mi, tiene compromiso. Es un maldito juego de azar donde el único que pierde soy yo, y el único que sigue pensando que existes sigo siendo yo.

Tu que andas dando vueltas por ahí con mil dudas de tu historia actual y te acercas a cuentagotas ¿por qué no me dices que eres tu???... y tú, tan cercana parada en ese altar sin quererlo alimentas mi utopía, dolor y esperanza vana.

Por favor contéstame. O tu que no existes o tu que estás y me dejas pasar. Dime algo. Dime si sigo esperándote o al menos avísame que ya te fuiste, pero dime algo. Por favor.
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